sábado, 16 de diciembre de 2017

UNA MIERDA PARA MÍ

Ayer me llegó un aviso de Correos. Me encanta recibir paquetes, aunque sean de cosas que he pedido yo, pues tengo una memoria de pez y luego no recuerdo qué me tiene que llegar y me sorprendo con el regalo que me hace mi yo de hace unos días.

El paquete que ayer no pudo llegar a mi casa lo he recogido hoy, a la vez que aprovechaba para enviar algunos ejemplares de Animando lo imposible a varios amigos que lo querían dedicado. El remitente del paquete ya ponía en antecedentes: Eres una caca (el cartero ha debido de flipar jajaja), pero no esperaba que su interior me fuera a sorprender tanto.

Me ha llegado una mierda, una caca, una boñiga, a mi nombre. Nunca me había pasado que me enviaran una mierda (en literal, pues mierdas recibo en el buzón constantemente). Se trata de una de las cacas realizadas por las talentosas manos de la amiga feminista Lula Gómez, en concreto la protagonista del primer capítulo de su exitosa serie web Eres una caca (de la que os hablé en este espacio hace unas semanas).
Un detallazo en toda regla que ha ido directo al pequeño museo stop-motionero que se encuentra en la habitación más fría de mi casa (algunos tendrían aquí los vinos de buenas añadas, yo tengo puppets).

Lula sigue aportando humor al feminismo a través de las redes con su serie Eres una caca, que recientemente ha estrenado su octavo capítulo, dedicado a la navidad; pero además ahora también está comercializando sus mierdas -volvemos a la literalidad-. Si tienes algo de envidia de esta entrada, es fácil que te la quites: métete en la tienda de la serie y corre a comprar una de las reproducciones en plastilina realizadas a mano por esta gran artista, pues dejan en nada a la famosa merde d'artiste.

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