miércoles, 31 de agosto de 2016

KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS [CRÍTICA]

¡Wooooooa! Todavía me puede la emoción de lo vivido ayer por la tarde en el cine. Kubo y las dos cuerdas mágicas ha supuesto toda una experiencia no solo visual, algo que ya se da más que por hecho cuando se habla de una producción salida del estudio Laika, sino una experiencia narrativa  y emocional completa. 
Kubo vive tranquilamente en un pequeño y normal pueblo hasta que un espíritu del pasado vuelve su vida patas arriba, al reavivar una venganza. Esto causa en Kubo multitud de malos tragos al verse perseguido por dioses y monstruos. Si de verdad Kubo quiere sobrevivir, antes debe localizar una armadura mágica que una vez fue vestida por su padre, un legendario guerrero samurái.
La ambición es algo que siempre ha estado ligado a Laika, como puede verse en los vídeos de making of de los avances que han logrado en el ámbito del stop motion desde Coraline hasta la fecha y por los que fueron galardonados con un Oscar de la rama técnica, pero en Kubo la han llevado al límite no solo para maravillar visualmente sino para cumplir en todo momento con las exigencias del guión. Algo que entronca más con lo que expusieron, años ha, en Coraline, y en menos medida en Paranorman y Los Boxtrolls, donde la historia y su ritmo no acaban de estar en armonía. 

En este nuevo largometraje las piezas encajan a la perfección, como hace Kubo al tocar sus cuerdas mágicas con las que consigue dar vida al papel, Laika ha realizado el origami de mayor complejidad de su carrera y para ello se nota que han trabajado no solo a nivel técnico, sino a nivel cultural. La cinta destila pasión por la cultura japonesa feudal y toda su mitología, llegando incluso a nivel de cine de animación pues muchas escenas destilan la fragancia de las obras de Kihachirō Kawamoto e incluso del cortometraje Screen Play del inglés Barry Purves.
 Los personajes están bien construidos. Todos tienen motivaciones claras y un porqué en el desarrollo de la historia. Además, los monstruos grandilocuentes ayudan a poner al límite a los héroes a la vez que desarrollan escenas de acción nunca vistas en una película realizada en stop motion. Es una auténtico deleite ver en pantalla grande la batalla de nuestros héroes contra un maligno esqueleto de dimensiones kinkongnianas.
Por lo que, si estás leyendo esto, que entiendo que es porque te mola el stop motion como a mí, no debes dejar de escapar la oportunidad de ver esta maravilla del séptimo arte antes de que la quiten de cartelera por falta de público.

viernes, 19 de agosto de 2016

POS ESO, UN DVD REPLETO DE PLASTILINA POSEIDA

Tenía pendiente hablaros de la edición en DVD del largometraje de Sam, Pos Eso, desde hace unas semanas. Pero entre las vacaciones y otras excusas se ha ido demorando la cosa... hasta hoy. 

El único disco se presenta en un estuche normal de plástico con carátula reversible, que recoge tanto el poster de promoción en festivales como el que encontramos en la sala de cine aquellos locos acólitos del trabajo de Conflictivos Productions, que fuimos a verla en pantalla grande (podéis encontrar mi crítica aquí). 
Y dentro encontramos la película, con una buena calidad imagen, un sonido pasable, la opción de subtítulos en inglés, y tres interesantes extras en forma de documental making of sobre los momentos de rodaje referentes al doblaje, la música y la propia producción, en los que se incluyen entrevistas a los principales artífices de esta rara avis de la filmografía animada de nuestro país. 

Una versión en DVD editada por Regia Films que podéis comprar, directamente en la web de la distribuidora o en Amazon, a un precio más que asequible.

jueves, 18 de agosto de 2016

KURT WEILER, EL GRAN REALIZADOR STOP MOTION DE LA RDA

Ya es costumbre. Cuando viajo a un país extranjero de vacaciones, siempre me acerco a las tiendas de DVDs y librerías para tratar de encontrar alguna joya de cine de animación propia del país, algún resquicio que abra una nueva lata llena de aventuras animadas y que de paso me acerque un poco más a su cultura nacional. Luego ya está la suerte de dar con el estante adecuado en la tienda, toda una lotería que en el caso de mi visita a Berlín se ha saldado con el premio gordo.

Escondido en la zona "cultureta" de DVDs de un gran complejo de ocio de Friedrichstraße estaba esperándome Kurt Weiler, no la persona sino su obra filmográfica. Kurt Wiler, die Kunst des Puppenanimationfilms (el arte de las películas de animación de muñecos) es un completo DVD doble con la filmografía stop motion que Kurt realizó en la zona comunista de Alemania entre 1952 y 1985, que viene acompañado de un libreto en alemán que analiza la historia del artista, y que junto a la entrevista que acompaña como extra a los cortometrajes, supone un pleno reconocimiento hacia un realizador muy poco conocido. Un currazo de la DIAF (Instituto alemán sobre cine de animación afincado en Dresden) distribuido por Absolut Medien, que por fortuna (dado mi escaso nivel de alemán) cuenta con subtítulos en inglés en todos y cada uno de los vídeos.

Kurt Weiler emigró a Inglaterra en el año '39 a causa de la segunda guerra mundial, pues aquello de ser un judío alemán por sus propias tierras era deporte de alto riesgo. Sin embargo a su llegada no tuvo una gran fortuna y fue a parar a un campo de internamiento en el que los ingleses recluían a los inmigrantes que pudieran ser enemigos potenciales. Allí entraría en contacto con el animador Peter Sachs, quien le animó a que siguiera sus instintos y se lanzará hacía su sueño en el terreno del cine animado. Peter acabó acogiendo como mentor al joven Weiler, después de que este le enseñara los muñecos que había hecho y Peter, tras verlos, le dijera que los tirara a la basura por ser demasiado naturalistas. "Si tratas de competir de forma realista con un ser humano, siempre vas a perder", le dijo.

Tras su paso por el estudio de Peter, Kurt volvería a principios de los años 50 a Alemania para acabar trabajando como director de películas stop motion en el gran estudio de animación DEFA de la República Democrática Alemana (la zona comunista), donde desarrollaría su obra bajo las imposiciones morales de un régimen político que por contra le proporcionaba una libertad artística por la que a acabado siendo considerado como una de las figuras claves de la animación avant garde. "En la RDA," confesaba en una entrevista de 1990, "sufrí cierta oposición a mi trabajo por parte de la gente a la que consideraba afín políticamente hablando. Sin embargo, me exigían que toda la labor artística debía ser original [motivo por el que quizás sus obras tienen un estilo tan distinto las unas de las otras], además de elitista. Debíamos considerar la animación como arte, y por lo tanto no tenía porque ser entendido en un primer vistazo, sino que debía estar enfocado a una audiencia por encima de la media." 

De todos los 19 cortos que componen la obra en DVD, os dejo como recomendación personal el producido en 1965 bajo el título Heinrich des Verhinderte (El disfuncional de Heinrich), por su perfecta animación y curioso diseño de personajes.