La próxima edición la Cutrecon, evento madrileño que encumbra a las pelis chunguelas de cualquier parte del globo, llega a su séptima edición con más salas y más pelis. Todo más de lo peor -o más de lo mejor si eres de los míos, a los que le mola el cine cutre.
Del 24 al 28 de enero, el Palacio de la Prensa de Callao, el Cine Doré, el Auditorio Casa del Reloj y los cines Conde Duque Verdi y Alberto Aguilera acojerán films de la talla de T.T. El Extraterrestre (1991), Hobgoblins (1988) o Space Munity (1988), entre muchas otras (podéis ver el catálogo completo aquí). Además se podrá disfrutar de una expo sobre otros mundos de la mano del gran coleccionista y conocedor del cine fantástico Robert Ramos Cata; y fijo que de muchas cosas más (aún pendientes de anunciar).
El punto fuerte del festi, tanto para la organización como para mí como fan irredendo de la animación stop-motion dentro de films de bajo presupuesto protagonizados por actores de carne y hueso, es la presencia en el festival del realizador italiano Luigi Cozzi.
Cozzi es autor de clasicazos del cine trash como Star Crash (1978) o El desafío de Hércules (1988), cintas que podrán disfrutarse en pantalla grande el jueves, 25 de enero con la presencia del director. Protagonistas de ambas cintas son las animaciones stop-motion de criaturas mecánicas que dejó para la posteridad el animador italiano Armando Valcauda, pues Cozzi siempre ha sido un declarado fan de la centenaria técnica -muestra de ello es que escribiera el libro Ray Harryhausen e le meraviglie del cinema a «passo uno».
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