miércoles, 17 de junio de 2020

SONIC: LA PELÍCULA, LLEGA AL MERCADO DOMÉSTICO

Uno de los más importantes blockbusters animados de lo que llevamos de 2020 ha llegado al mercado doméstico. Sonic: La película es distribuida por Sony en diferentes formatos: DVD, Blu-ray y 4K UHD. Nosotros hemos tenido acceso a la edición en Blu-ray y os contamos lo que nos ha parecido.
La edición en Blu-ray cuenta con una calidad de audio y vídeo de primera, por lo que la experiencia de ver la película en casa no dista demasiado de la tuvieron los miles de espectadores que pudimos verla en salas españolas. Además, se incluyen varios extras de lo más variopinto, que harán sobre todo las delicias de los más pequeños de la casa:
  • La vuelta al mundo en 80 segundos 
  • Escenas eliminadas 
  • Tomas falsas 
  • “Speed me up”, video musical 
  • Por el amor de Sonic 
  • Construyendo a Robotnik con Jim Carrey 
  • En el set con Sonic
  • Comentario del director Jeff Fowler y la voz original de Sonic, Ben Schwartz 
  • El erizo azul: los orígenes de Sonic
Nuestros favoritos han sido los dos últimos, los cuales son exclusivos de la edición en Blu-ray. 

miércoles, 10 de junio de 2020

TODA UNA VIDA PARA RECORDAR, DE NÚRIA PRADAS

Me cuesta muchísimo leer novelas. Acabo perdiendo el interés a las pocas páginas, se me acaban haciendo bola y se van quedando en la mesilla, acumulando polvo, sin ver avanzar el marcapáginas. Sin embargo, hay veces que una buena novela deja rápidamente atrás todas las lecturas anteriores y me devuelve la fe en este género literario. Tal es el caso de Toda una vida para recordar (Tota una vida per recordar, originalmente en catalán y traducido al español Josep Escarré), escrito por Núria Pradas Andreu (Barcelona, 1954) y publicado por Planeta en marzo de 2020 dentro de la colección AE&I (Autores Españoles e Iberoamericanos). Es una novela que he devorado sus más de cuatrocientas páginas en un par de noches. 
Sinopsis: Con sólo dieciséis años, Sophie Simmons deja a su familia para ir a Los Ángeles durante la Gran Depresión persiguiendo un sueño: trabajar como dibujante en Disney Studios. Pronto descubrirá, sin embargo, que no es un mundo para mujeres. Y así, entre amores y desamores, encajando los golpes que le da la vida, Sophie luchará hasta el final en medio de una época convulsa que marcará un antes y un después entre los profesionales de la animación de principios del siglo xx.

Pradas no se limita a realizar un texto vivo, una historia de juventudes, sueños, desengaños, amores, alegrías y llantos, sino que aprovecha la ocasión para hacer una labor pedagógica impresionante. Se nota, y mucho, que la autora se ha documentado, que se ha obsesionado (para bien) con el papel de las mujeres en la edad dorada del cine de animación estadounidense. Para ello crea el personaje de ficción de Sophie Simmons, una mezcla entre Retta Scott (1916-1990), la primera animadora acreditada por los estudios Disney, y Mary Blair (1911-1978), una de las ilustradoras conceptuales más importantes contratada entre los años 40 y 50 por el estudio de Burbank. De hecho, la protagonista recibe una beca para estudiar en la Chouinard School of Art de Los Angeles, al igual que les pasó a Scott y Blair en la vida real; su nivel artístico evoluciona hacia niveles de colorido desbocado gracias a un viaje a México, tal y como le pasó a Blair en los años cuarenta; y acaba publicando un libro infantil en la misma editorial que lo hiciera Blair en los cincuenta: Simon & Schuster. Es a través de Sophie como la autora nos adentra en la precariedad laboral de las mujeres en el medio de la animación, por los bajos salarios y por la imposibilidad de crecer dentro de los estudios hacia posiciones de responsabilidad en otros departamentos que no fuera el de Tinta y Pintura. Gracias a Sophie también nos adentramos en las revoluciones en material de derechos sociales que acabaron en la importante y sonada huelga de 1941, y, además, su presencia en los estudios Disney es la excusa  perfecta para poner en valor el pormenorizado trabajo que conllevaba estrenar un largometraje de animación en aquella época.

Una época absolutamente fascinante. Pues supone el crecimiento brutal de los estudios de Walt (y Roy) Disney, tanto en mano de obra como en instalaciones, pasando de las concentradas, y más familiares, situadas en el 2719 de la Hyperion Avenue de Los Angeles a las modernas, compartimentadas y más frías localizadas en el 500 de South Buena Vista Street, de Burbank; las cuales aparecen mostradas con todo lujo en el recomendable largometraje The Reluctant Dragon (1941) -un protodocumental de making of que puede encontrarse en Disney+. 

Entre los nombres propios reales que hacen su aparición en las páginas del libro se encuentran: Walt Disney (1901-1966, presidente), Roy Disney (1893-1971, presidente ejecutivo), Ben Sharpsteen (1895-1980, animación), Burt Gillett (1891-1971, dirección), Hazel Sewell (1898-1975, tinta y pintura), Ham Luske (1903-1968, dirección y animación), Bill Tytla (1904-1968, animación), Marge Belcher (1909, referencia en vivo de Blancanieves),  Ginni Mack (1927–2017, tinta y pintura), Claude Coats (1913-1992, fondos), Bill Garity (1899-1971, control de producción e inventor), Norm Ferguson (1902-1957, animador), Dolores Voght (1897-1981, secretaria de Walt Disney), Joe Grant (1908-2005, guion), Dick Huemer (1989-1979, guion, dirección y animación), Ward Kimball (1914-2002, dirección y animación), Dick Lundy (1907-1990, dirección de animación), Norm Wright (1910-2001, dirección de animación), Perce Pearce (1899-1955, dirección de animación), Bill Hurtz (1919-2000, asistente de animación) y Hal Adelquist (1914-1981, dirección de animación).

Caso aparte supone la presencia de Art Babbitt (Arthur Babitsky, 1907-1992), a quien se le da un papel importante en la obra, no solo por su excelente trabajo en el departamento de animación, donde definió la personalidad de Goofy, sino por resultar un apoyo fundamental en el desarrollo psicosocial de la protagonista. Además se menciona el hecho de que Babbitt empezó a realizar en su casa sesiones de dibujo al natural, pagando a la modelo de su bolsillo, después de las horas de trabajo en los estudios Disney. Y de como Walt al esterarse empezó pagar esas clases y a disponer en el estudio de un aula para ellas, siendo contratado Don Graham (1893-1976) para dirigirlas. Babbitt sirve además como hilo por el que descubrir de primera mano las reivindicaciones laborales de los trabajadores de la industria de la animación.

Y es que la acción sindical es uno de los importantes hilos conductores de la novela. De ella empezamos a saber en las primeras páginas, a través de las reuniones en Western Avenue de Los Angeles, presididas por Ub Iwerks (1901-1971), Grim Natwick (1890-1990), James "Shamus" Culhane (1908-1996) y Al Eugster (1909-1997). Más adelante sabemos de las reuniones presididas por Art Goble (supervisor de pintura en Looney Tunes) que tienen lugar en el restaurante mexicano El Coyote de Melrose Avenue (Los Angeles). Posteriormente se forma la Federation of Screen Cartoonist (conocida como The Federation) que entra en los estudios Disney gracias a Babbitt, y a un acuerdo un tanto pernicioso del abogado de los estudios Gunther Lessing (1885-1965). Ese mal acuerdo da pie a que Babbitt se cambie al sindicato Screen Cartoonis Guild (SCG), siendo elegido presidente de la Unidad Disney. Quedaría como vicepresidenta Phyllis Lambertson (-fechas no encontradas-, tinta y pintura) y como tercer representante Sam Armstrong (1893-1976, fondos). Al final las tensiones entre la SCG y los estudios Disney se saldan con el despido de 17 trabajadores, incluido Art Babbitt, el 28 de mayo de 1941, lo que da lugar al inicio de una huelga que se alarga hasta el 14 de septiembre de 1941. Desde entonces, ni los estudios de animación del ratón Mickey ni el carácter de Walt volverían a ser los mismos.
La autora además nos menciona a la competencia para ponernos en contexto temporal que surge poco después de que el gato Felix, icono de los dibujos animados de los años veinte, haya sido superado por Mickey Mouse, la estrella indiscutible de la animación sonora. Por ejemplo, se indica que en el año en que comienza la novela, 1932, Sophie no se plantea quedarse en Nueva York para tratar de trabajar en los Fleischer Studios, pues allí las mujeres no tenían recorrido profesional -de hecho, la primera animadora de este estudio sería Lillian Friedman Astor (1912-1989), quien empezó a animar, en secreto y, por tanto, sin ser acreditada, gracias al apoyo del director y animador Shamus Culhane. También aparecen reseñados los estudios MGM, los de Walter Lanz (1899-1994) y los Terrytoons de Paul Terry (1887-1971), pues se dice que en estos últimos coincidieron en los años 20 los animadores Bill Tytla y Art Babbitt.

A día de hoy el papel de la mujer sigue siendo secundario en el cine de animación. Es cierto que menos secundario de lo que lo era en las décadas en las que se desarrolla la novela de Núria Pradas, pero sigue quedando mucho camino para que lleguemos a una igualdad real en esta disciplina artística multifacética. Hay motivos para la esperanza. Cada vez hay más mujeres interesadas en realizar sus propias películas de animación, así como en ocupar puestos de responsabilidad en producciones de grandes estudios. El año pasado cuando impartí la asignatura de Teoría e Historia del Cine de Animación dentro del Master de Animación de la Universidad Politécnica de Valencia pude comprobarlo: el 60% del alumnado era femenino. Por otro lado, la génesis de la novela de Pradas también muestra esa realidad, pues la autora confiensa en los agradecimientos que la chispa provino de su hija, la ilustradora infantil y animadora, Clàudia Parts Pradas (1994), quien estudió animación en ECIB. No me extrañaría nada que fuera en esta escuela de cine donde enseñasen a Clàudia quienes eran Mary Blair y Retta Scott, pues allí la profesora de Historia del cine de animación no es otra que Carolina López Caballero, quien además de ser directora del festival Animac de Lleida es una gran fan del trabajo de las pioneras del cine de animación.

La novela, ganadora del Premi de les Lletres Catalanes Ramon Llull este 2020, ha sido editada en tapa dura con un PVP de 21,90 € y en versión digital con un PVP de 8,99 €.
Films que se mencionan en la novela:
  • Mickey Mouse: The Klondike Kid (Wilfred Jackson, 1932).
  • Silly Symphony: King Neptune (Burt Gillett, 1932).
  • Silly Symphony: Three Little Pigs (Burt Gillett, 1933).
  • Snow White and the Seven Dwarfs (David Hand, Wilfred Jackson, Ben Sharpsteen, Larry Morey, William Cottrell y Percival C. Pearce, 1937).
  • Pinocchio (Ben Sharpsteen, Hamilton Luske, 1940).
  • Fantasia (James Algar, Samuel Armstrong, Ford Beebe Jr., Norman Ferguson, Jim Handley, T. Hee, Wilfred Jackson, Hamilton Luske, Bill Roberts, Paul Satterfield y Ben Sharpsteen, 1940).
  • The Reluctant Dragon (Jack Kinney, Hamilton Luske, Alfred L. Werker, Jack Cutting y Ub Iwerks, 1941).
  • Dumbo (Ben Sharpsteen, Wilfred Jackson, Samuel Armstrong, Bill Roberts, Norm Ferguson, Jack Kinney y John Elliotte, 1941).
  • Bambi (David Hand, Samuel Armstrong, James Algar, Bill Roberts, Paul Satterfield, Norman Wright y Graham Heid, 1942).
Libros y webs que tratan sobre esta época y que, a buen seguro, Núria Pradas ha consultado para documentarse:
  • Hollywood Cartoons: American Animation in its Golden Age (Michael Barrier, Oxford University Press, 2003).
  • Drawing the Line: The Untold Story of the Animation Unions from Bosko to Bart Simpson (Tom Sito, University Press of Kentucky, 2006).
  • The Art and Flair of Mary Blair: An Appreciation (John Canemaker, Disney Editions, 2014).
  • The Queens of Animation: The Untold Story of the Women Who Transformed the World of Disney and Made Cinematic History (Nathalia Holt, Little, Brown and Company, 2019).
  • Babbitt Bloghttps://babbittblog.com/

domingo, 7 de junio de 2020

DETRÁS DE LAS RISAS. UN ENSAYO SOBRE LOS SIMPSON

Me lavo con un trapo atado a un palo.
Bart Simpson en King-Size Homer (T7E7)

Es parte indisoluble de todos aquellos españoles que nacimos entre 1980 y 2000, y eso se lo debemos enteramente a que Antena 3 decidiera emitir y repetir hasta la saciedad sus capítulos a la hora de comer. Cris Domínguez (Madrid, 1995), la autora del ensayo Detrás de las cámaras, más allá de Los Simpson, pertenece a esa generación que ha disfrutado hasta la saciedad (si es que uno puede acabar saciado en algún momento) de la familia amarilla más famosa de la televisión; y por ello sabe perfectamente de lo que habla cuando saca sobre la palestra a sus personajes, situaciones, lugares, detalles de producción, etc.
El libro se desglosa en siete grandes capítulos:

  1. "Érase una vez en Springfield: Dónde, cómo y por qué nace la serie.
  2. "Not just anothe state": Más allá de Springfield.
  3. "¡Springfiled, Springfield, es una gran ciudad!": La ciudad y sus habitantes.
  4. "¡Atención, Atención, A-ten-ción!": La familia Simpson.
  5. "¡Aborto para unos, banderitas americanas para otros!": Los personajes (no tan) secundarios.
  6. "A mí no me preguntes, solo soy una chica": La mujer en Los Simpson.
  7. Rompiendo la segunda dimensión: Los Simpson fuera de la pequeña pantalla.
Me ha parecido especialmente brillante el sexto, por ser un estudio muy sólido sobre todo lo referente al feminismo que la serie deja caer sobre el espectador: empoderamiento, brujería, cultura de la violación, hipersexualización y heteronomatividad. Son las cuarenta páginas que más me han aportado del conjunto, pero no es lo único que he disfrutado plenamente, pues también se habla de algo tan atractivo como es la meta-animación, es decir, las referencias implícitas a la animación que tienen cabida dentro de esta serie animada. En este último apartado, se analizan dos de mis capítulos favoritos: The Day the Violence Died (T7E18), ese en el que Chester J. Lampwick gana en los tribunales la autoría de Rasca y Pica; y Angry Dad: The Movie (T22E14), en el que Bart Simpson y su película Angry Dad acaba compitiendo en los Oscar contra el film Condiments de Mixar y la película Wallace & Crumble in Better Gnomes and Gardens de Nick Park.

Por el contrario, se hace un poco repetitiva la explicación de los personajes y lugares emblemáticos de la serie, siendo en parte problema mío por haber sido otro de esos adolescentes que comía embobado viendo una y otra vez como Moe le robaba a Homer la idea de comercializar su exquisito y revolucionario flameado. He encontrado además algunos errores, muy menores, en el texto: 

  • Cuando Domínguez habla del capítulo crossover de The Simpsons y Family Guy, The Simpson Guy (T13E1), se menciona que Peter Griffin se pelea con Homer porque aquel defiende que la mejor cerveza es La Garrapata Roja, frente a la Duff del universo Simpson. Realmente La Garrapata Roja -aquella que tenía un toque a... perro- es una cerveza que bebe Homer en el episodio The Springfield Files (T8E10); siendo la marca de cerveza que Griffin bebe con fanatismo en su serie la Pawtucket: Patriot Ale.
  • Se indica que la familia Simpson vive en el 472 de Evergreen Terrace. Realmente es en el 742 (algo que corrige la autora un poco más adelante en el texto).
  • En el apartado de personajes secundarios, en un párrafo se menciona que las gemelas Sherri y Terri Mackleberry son compañeras de clase de Lisa, mientras que en otro se indica que comparten clase con Bart. Lo cierto es lo segundo.
Nada de todo ello resta puntos al buen desarrollo de la prosa que maneja la autora, ni a la notable exposición y estructura de las ideas. Vamos, que el libro se lee como un tiro. Es ameno, entretenido y aporta tantas anécdotas que está 100% asegurado que vas a descubrir algo nuevo. Yo, por ejemplo, no sabía que necesitaba ir a Florida a montarme en la atracción dedicada a Kang y Kodos. Ya estoy ahorrando...
Este libro de 240 páginas lo edita Héroes de Papel, dentro de su colección Crossover. Salió a la venta este 2020 a un PVP de 19,95 €. Cuenta con tapas duras, interiores y cubiertas a todo color, y un acabado de arte y maquetación tan espectacular como inteligente (evitando utilizar imágenes con copyright) que es obra de Domi Vakero.