lunes, 5 de diciembre de 2016

SAINSBURY'S THE GREATEST GIFT (Sam Fell; 2016)

La importante cadena de supermercados ingleses, Sainsbury, ha decido este año usar la animación stop-motion para incentivar las compras navideñas en sus establecimientos, en lo que supone todo un ejercicio de buen gusto.
Explotando las buenas intenciones, la dicha y la solidaridad propias de estas fechas, la cadena encargó un anuncio/cortometraje al estudio Passion Pictures, donde Sam Fell recogió las riendas para su dirección. Sam, es un reconocido cineasta dentro del mundo de la animación stop-motion, que empezó sus pasos como asistente de animación de Peter Lord en el cortometraje Wat's Pig para pasar, con los años, a dirigir películas de gran presupuesto como El valiente Desperaux (esta, en GCI) o El alucinante mundo de Norman.

La historia gira en torno a Dave, un currito de una empresa juguetera que lo único que quiere es encontrar tiempo para pasar la temporada navideña con su familia. Una pugna por la conciliación laboral que utiliza como hilo conductor el tema The Greatest Gift for Christmas Is Me, interpretado por James Corden.



Los muñecos y su mundo en miniatura han sido creados por los dioses terrenales llamados Mackinnon and Saunders (donde actualmente trabaja la model maker española Alicia Canovas), y, por todo el tema de la amplia gama de la expresividad y perfecta sincronización labial que se consigue, Passion Pictures decidió tirar por el camino del prototipado rápido (como se llama de forma un poco más técnica a la impresión 3D) para las caras de los protagonistas (imprimieron en torno a 1.500). A nivel personal, soy bastante reacio a este uso tan masivo de las impresoras 3D en las producciones stop-motion de gran presupuesto, dado que hacen perder toda esa sensación de "hecho a mano" tan importante en esta técnica (para mí no hay nada más auténtico que ver las huellas dactilares de los animadores en la superficie plastilinosa de Gromit).

6 comentarios:

Carlos Montoya dijo...

stop motion estilo dreamworks; cómo se fusionan los estilos. El resultado es impecable, pero sigo con la duda acerca de si vale la pena. Igual, lo disfruto.

Unknown dijo...

me paso algo similar hace unos dias viendo kubo and the two strings, la pelicula es impecable, como siempre el trabajo de la gente de laika es impresionante. pero ese nivel de perfeccion, tan alto, le resta un poco de sabor que tiene, ese movimiento un poco sucio propio de la tecnica, eso que nos gusta ver, rastros, huellas de manipulacion. igual la disfrute mucho!!! es exelente!!

Carlos Montoya dijo...

Bueno, Kubo es el extremo (por ahora). Yo creo que disfruto mucho más los making que la película. Y en Kubo, para mí, se suma algo más que es el exceso de pantalla verde. Tanta maqueta, tanto muñeco, tanto stop motion para luego hacer una composición digital... no sé...

Adrián Encinas dijo...

Me uno a los interesantes comentarios acerca de la apariencia en CGI de muchas de las últimas producciones stop-motion de gran presupuesto.

Sinceramente pienso que Laika está perdiendo el norte a pasos agigantados. Es cierto que llevan tiempo siendo la punta de lanza en una técnica centenaria, tratando de competir en un look CGI que saben que es lo que ahora mismo se lleva más taquilla, pero diferenciándose de Pixar o Sony Animations en las campañas de promoción, donde siempre ponen énfasis en la parte más artesanal de sus trabajos. Sin embargo al final parece que no quieren que el resultado final parezca un stop-motion, digamos, tradicional.

Motivamos por esa parte artesanal que explotan en sus campañas, los que amamos la técnica desde hace tiempo acudimos al cine a ver sus producciones con unas expectativas inmensas que, en la mayoría de los casos, acaban en cierto modo truncadas. Pues pese a todo lo artesanal que vemos en sus fotos y vídeos de detrás de las cámaras, no llegan a transmitir en pantalla esa calidez de lo que considero "hecho a mano". Creo que las impresiones 3D, junto a los fondos y secundarios creados por ordenador, juegan mucho en contra de Laika. Deberían ser más honestos con la técnica, o al menos probar a serlo al menos en una de sus producciones, para ver si verdaderamente el público prefiere unos personajes con la cara perfectamente pulida o si llegan a apreciar la imperfección de una mota de polvo o una huella dactilar en su superficie.

Esto no es algo que solo pensemos algunos "puretas", sino que incluso Aardman ha caído en la cuenta de ello, pues, según tengo entendido, para su próximo largometraje (Early Man) van a volver a realizar el reemplazo bucal de los personajes mediante piezas de plastilina.

En cualquier caso, no quiero que se me malinterprete, soy un defensor a ultranza de Laika, pues me han hecho disfrutar muchísimo en el cine y en casa, y porque han apostado por la técnica más económicamente arriesgada, en todas y cada una de sus propuestas fílmicas.

Carlos Montoya dijo...

Excelente síntesis, Adrián. Me identifico totalmente.
Aguanten el error en stop motion y los debates en blogs!

hiram dijo...

Estoy total del lado de que el stop motion no se debe ver comp cgi .que se ve impecable cierto.pero considero q el alma del stop motion son esos movomientos involintatios en la topa el pelo esa animacion q aveces brinca esas huellas humanas en los petsonajes ...creeoq que es derecho de un director fusionar estilos mas creeo a manera muy personal q la animacion no debe imitar tanto la vida real y los movimientos reales...