Creo que a estas alturas sobra decirlo, pero somos unos absolutos consumidores de libros que tratan sobre cine de animación. De hecho nuestra estantería dedicada al tema se encuentra con las baldas dobladas debido al aumento de producción de este tipo de libros en nuestro país. Pero bueno, siempre hay hueco para crear más baldas en los techos...
Hace unas semanas la editorial Malpaso tuvo a bien enviarnos un ejempar del libro biográfico de Terry Gilliam: Guilliamismos, memorias prepóstumas (Gilliamesque en la edición internacional). El volumen recoge de manera cachonda, como lo es la propia personalidad del director (al que tuvimos la suerte de conocer en el nonagésimo cumple de Harryhausen), las principales vivencias de este creador de sueños y películas controvertidas. Aunque de todas ellas, nosotros aquí ponemos el énfasis en sus trabajos como animador, y más concretamente como animador de recortables (cut-out) donde demostró una inusitada maestría, combinada con mala leche e ingenio, que derivó en tal reconocimiento entre los fans ingleses de los Monty Pythons (pese a ser Gilliam el único americano) que hizo saltar a Terry desde la mesa de animación hasta la labor actoral y finalmente la dirección.
Plagado de fotos, recortes, anotaciones y garabatos, este volumen de tapa dura y maquetado espectacular hará las delicias de los que quieran adentrarse, hasta el fondo, en la mente del genio al que internet se ha querido cargar en más de una ocasión.
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