jueves, 9 de agosto de 2018

EL SUEÑO (más bien la pesadilla) DE PINGU (1990)

Durante la primera temporada de la mítica serie infantil de animación en plastilina Pingu, el director y creador de la misma Otmar Gutmann (Alemania, 24 de abril de 1937 - Suiza, 13 de octubre de 1993) dio rienda suelta a su imaginación sin autoimponerse las barreras de la corrección política, a través de escenas en las que se hacían referencias claras al alcoholismo, a la incontinencia urinaria, e incluso a la violencia. Aquello le llevó a que la serie se encontrara con la censura en algunos países como Inglaterra o Estados Unidos -los fragmentos, por suerte, fueron guardados y rescatados en posteriores ediciones en DVD-. Esa libertad con la que trabajaba Gutmann dio pie a crear algunos monstruos bastante malrolleros.
Los primeros seres que pondrían nerviosos a la censura encargada de la programación infantil llegaría con el capítulo 14, Pingu Runs Away (Pingu se escapa); unas inquietantes figuras terroríficas con las que la noche helada daba un escarmiento al protagonista por huir de su casa.

Algo absolutamente chorra para lo que le esperaba a Pingu en la última aventura de la primera temporada. En aquel capítulo 26, titulado Pingu's Dream (El sueño de Pingu), el famoso pingüino se mete en la cama y empieza a soñar. Su iglú empieza a tambalearse, hasta que de pronto desaparece y se ve, sobre su cama, en medio de la planicie helada. En un claro homenaje al Little Nemo in Slumberland de Winsor McCay, Pingu se transporta sobre su somier de cuatro patas hasta que de pronto aparece una enorme morsa. Por desgracia, la voracidad del mamífero no se ve satisfecha con la ingesta del colchón, que engulle cual barrita de chocolate; actor seguido perseguirá a un Pingu que se despertará de la pesadilla en el momento de mayor tensión narrativa.



Esta figura, algo inconexa con respecto al diseño y apariencia plastilenoide del resto de personajes de la serie, apareció anteriormente en tests animados realizadas por Guttman -tal y como se demuestra en el segundo 42 de esta fascinante reel:

1 comentario:

Indra dijo...

Gracias por este descubrimiento tan extraño! Pingu es parte de mi infancia y ver esto ahora me ha hecho sentir algo raro