Ya es costumbre. Cuando viajo a un país extranjero de vacaciones, siempre me acerco a las tiendas de DVDs y librerías para tratar de encontrar alguna joya de cine de animación propia del país, algún resquicio que abra una nueva lata llena de aventuras animadas y que de paso me acerque un poco más a su cultura nacional. Luego ya está la suerte de dar con el estante adecuado en la tienda, toda una lotería que en el caso de mi visita a Berlín se ha saldado con el premio gordo.
Escondido en la zona "cultureta" de DVDs de un gran complejo de ocio de Friedrichstraße estaba esperándome Kurt Weiler, no la persona sino su obra filmográfica. Kurt Wiler, die Kunst des Puppenanimationfilms (el arte de las películas de animación de muñecos) es un completo DVD doble con la filmografía stop motion que Kurt realizó en la zona comunista de Alemania entre 1952 y 1985, que viene acompañado de un libreto en alemán que analiza la historia del artista, y que junto a la entrevista que acompaña como extra a los cortometrajes, supone un pleno reconocimiento hacia un realizador muy poco conocido. Un currazo de la DIAF (Instituto alemán sobre cine de animación afincado en Dresden) distribuido por Absolut Medien, que por fortuna (dado mi escaso nivel de alemán) cuenta con subtítulos en inglés en todos y cada uno de los vídeos.
Kurt Weiler emigró a Inglaterra en el año '39 a causa de la segunda guerra mundial, pues aquello de ser un judío alemán por sus propias tierras era deporte de alto riesgo. Sin embargo a su llegada no tuvo una gran fortuna y fue a parar a un campo de internamiento en el que los ingleses recluían a los inmigrantes que pudieran ser enemigos potenciales. Allí entraría en contacto con el animador Peter Sachs, quien le animó a que siguiera sus instintos y se lanzará hacía su sueño en el terreno del cine animado. Peter acabó acogiendo como mentor al joven Weiler, después de que este le enseñara los muñecos que había hecho y Peter, tras verlos, le dijera que los tirara a la basura por ser demasiado naturalistas. "Si tratas de competir de forma realista con un ser humano, siempre vas a perder", le dijo.
Tras su paso por el estudio de Peter, Kurt volvería a principios de los años 50 a Alemania para acabar trabajando como director de películas stop motion en el gran estudio de animación DEFA de la República Democrática Alemana (la zona comunista), donde desarrollaría su obra bajo las imposiciones morales de un régimen político que por contra le proporcionaba una libertad artística por la que a acabado siendo considerado como una de las figuras claves de la animación avant garde. "En la RDA," confesaba en una entrevista de 1990, "sufrí cierta oposición a mi trabajo por parte de la gente a la que consideraba afín políticamente hablando. Sin embargo, me exigían que toda la labor artística debía ser original [motivo por el que quizás sus obras tienen un estilo tan distinto las unas de las otras], además de elitista. Debíamos considerar la animación como arte, y por lo tanto no tenía porque ser entendido en un primer vistazo, sino que debía estar enfocado a una audiencia por encima de la media."
De todos los 19 cortos que componen la obra en DVD, os dejo como recomendación personal el producido en 1965 bajo el título Heinrich des Verhinderte (El disfuncional de Heinrich), por su perfecta animación y curioso diseño de personajes.
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