Hace un tiempo, comenté en este blog que el realizador stop-motion checo Aurel Klimt había iniciado una campaña de crowdunfing para terminar su largometraje basado en Laika, la perrita espacial de la URSS. No consiguió el pobre ni acercarse a su objetivo, pero por otras vías debió de lograr la financiación correspondiente para poder terminar una película que ya es una realidad.
La sinopsis que recogía hace unos días la web del Centro Checo de Madrid con motivo del estreno de la película en nuestro país (dentro de la tercera edición del Stop Motion Barcelona Short Film Festival), es la siguiente:
La perrita Laika no tiene una vida fácil en la perifería de una gran ciudad rusa. Un día es capturada y obligada a convertirse en pionera de los viajes espaciales. Tras su vuelo, le siguen otros muchos animales lanzados desde Houston o Baikonur. Estos, gracias a los agujeros negros, llegan todos a un lejano planeta en el que se establecen. Su coexistencia armónica con los animales locales se ve amenazada por la llegada del primer humano. Aurel Klimt quiso mostrar en esta película la injusta relación de la especie humana hacia los otros animales, sobre quienes tiene total poder de decisión y usa a su antojo, por ejemplo, para sus experimentos científicos.
Klimt consigue su objetivo de mostrar a la bestia que hay bajo el hombre, a través de un humor un tanto peculiar, secuencias bien rodadas, y algunas de canciones más acertadas que otras. Este puppet space musical (tal como indica Klimt en los créditos de inicio) contiene preciosos diseños de personajes de un estilo feísta, totalmente alejados a lo que marcan los estándares de la animación occidental, que se extiende hasta el atrezzo y los escenarios.
El ritmo de la cinta es regular, con mucha potencia en ese primer tercio en el que raptan y preparan a Laika para su viaje espacial; un decaimiento importante en la parte central en la que los animales mandados desde diferentes puntos del globo llegan a un extraño planeta habitado por una fauna alienígena de altos niveles de bizarrismo; y un resurgir algo tibio en la llegada del astronauta al planeta y de cómo este se enfrenta a los animales. El astronauta ruso, un camarada al que una perra le ha robado la fama de ser el primer ser en el espacio, se llama Yuri Leftkin, aunque todos sabemos que el personaje realmente es Yuri Gagarin.
Con todo el resultado es ampliamente satisfactorio. Estamos ante una película de animación de muñecos de casi hora y media realizada con un presupuesto ridículo de 2 millones de euros, animada con esfuerzo desde 2011 a 2017 por solo cuatro animadores, que es perfectamente disfrutable para niños y adultos y que, además, mantiene el estilo de la tradición del cine de muñecos del país (donde destacan las figuras clave de Jiří Trnka, Břetislav Pojar, Hermína Týrlová o Jiří Barta). Por si esto no fuera suficiente para haceros ver la película, cabe decir que esta cuenta con coñas tan geniales como que la caja de herramientas de seguridad del cohete ruso se componga de una hoz y un martillo, o que cuente con escenas animadas tan visualmente apabullantes como la que incluyo a reglón seguido.
Aurel Klimt (1972, Žilina) es un director de animación checo y profesor de universidad. Estudió en el departamento de Animación de la Facultad de Cine y Televisión de la Academia de Artes Musicales de Praga. A lo largo de su carrera se ha dedicado a los dibujos animados, al videoarte, la pixilación y la animación con marionetas y ha trabajado con directores como Břetislav Pojar. Durante sus estudios creaciones suyas ya pasaron por algunos festivales internacionales. Entre sus numerosos reconocimientos nacionales e internacionales, destaca, por ejemplo, una nominación a los Oscar estudiantiles. Ha realizado también representaciones teatrales y melodías para programas de televisión. En sus películas suele ser el responsable del guión, la edición, la animación, la dirección, la escenografía y, a menudo, la idea original. Klimt dirigió desde 2006 a 2015 el departamento de Animación de la FAMU, la Academia de Cine de Praga y es el fundador del estudio ZVON.