lunes, 26 de noviembre de 2018

THE TOWER, UN DRAMA DE CIMIENTOS FRÁGILES

A través de la mirada de los niños nos podemos acercar a grandes problemas de nuestra sociedad desde una perspectiva diferente. Esta premisa la tiene muy presente el cine de animación, tal y como ha dejado perfectamente reflejado en joyas incontestables como La tumba de las luciérnagas o La vida de calabacín. Pero no es esta una fórmula infalible de éxito.
Gracias a Mi primer festival de cine, este fin de semana se pudo ver en Madrid el debut en el largometraje del noruego Mats Grorud. The Tower nos acerca a la vida de una familia de palestinos refugiados en el Líbano a la que pertenece la joven e inocente Wardi. Una enfermedad grave hará que su bisabuelo le entregue la llave que guarda desde hace décadas con la esperanza de volver a abrir la casa que cerró en Palestina durante el Al Nakba, día que los israelíes iniciaron el éxodo palestino. Un anhelo tornado en imposible.

Sin embargo lo que ese trozo de metal sí que abrirá serán las duras historias de todos los miembros de la familia de la niña, las cuales representan, a modo de flashbacks en animación 2D, algunas de las vivencias de los palestinos con los que Grorud pudo convivir en su estancia de un año como profesor de animación del campo de refugiados de Bourj el-Barajneh. Es en este hilo documental en el que el ritmo y tono del film pega los mayores altibajos, llegando a tocar suelo cuando se rememora la historia de un niño que es asesinado por un balazo. Ese exceso de drama con nula base argumental nos impide conectar con los personajes, pese a los esfuerzos que hagamos por no prestar demasiado detalle a una animación bidimensional absolutamente desfasada.

Si bien el trabajo de arte en la historia principal tampoco es la quintaesencia de la animación stop-motion, debido principalmente a un poco acertado diseño de personajes, sí que es posible disfrutar de ciertos logros como la fluidez en los movimientos de los muñecos, los encuadres arriesgados y su realista ambientación en miniatura.

viernes, 26 de octubre de 2018

EL DIARIO DE BITA Y CORA, AL DETALLE

Esta semana la animación ha saltado a todos los medios de información de renombre, Guillermo del Toro ha llegado a un acuerdo con Netflix que le va a permitir terminar su película musical de Pinocho con muñecos animados foto a foto; un proyecto que por problemas de financiación había tenido que dejar en el tintero. Casualidad o no, el anuncio se ha producido en la semana en la que se celebra el día mundial del cine animado, marcado en rojo el día 28 de octubre -día que Émile Reynaud se moría de nervios en París al presentar al público su Teatro Óptico, hace ya tropecientos años-. Una semana que se está celebrando en Madrid, con proyecciones y charlas, y en Valencia, donde la UPV ha preparado una edición del Prime The Animation! donde la stop-motion está teniendo cierta supremacía.

La verdad es que Valencia sigue demostrando ser el pulmón de la animación stop-motion de nuestro país, y ya no solo porque Pablo Llorens, Sam y Javier Tostado no paren de hacer grande la técnica. El realizador Vicente Mallols y la productora Paloma Mora están empeñados en extender en el tiempo, cual bloque de plastilina sobre una mesa, un estilo de animación de muñecos que encaja perfectamente en aquello que viene llamándose family friendly. La andadura de esta pareja comenzó en hace unos cuatro años, cuando TV ON (la empresa de producción cinematográfica de Paloma) decidiera producir el cortometraje fantástico El Criptozóologo, que contó además con el guion de Fernando Cortizo (para los despistados, el director de O Apostolo); y se extiende hasta la actualidad dado que juntos han levantado una serie infantil para la nueva cadena valenciana À Punt: El Diario de Bita y Cora (En valenciano: El Diari de Bita i Cora).
"El primer germen de El Diario de Bita y Cora creo que se formó después de mi primer trabajo como animador en la serie Los Caracolímpicos", me comenta Vicente. "El formato era muy similar, capítulos de 5 minutos para un público de entre 3-7 años. Recuerdo que cuando terminé aquel proyecto pensé en cómo me gustaría realizar alguna vez un proyecto personal con ese mismo formato, destinado a los más pequeños de la casa. Con el paso de los años varias son las influencias que fueron poco a poco dejando poso en algo que después se convirtió en El Diario de Bita y Cora. Siempre me atrajeron mucho las historias de exploradores del espacio y en cierto sentido Bita y Cora son una especie de pequeño homenaje a Han Solo y Chewbacca, pero reconvertidos en chicas y con un toque más naif. Pero el punto de partida real del proyecto fue en 2015. Cuando estábamos realizando la postproducción del cortometraje El Criptozoólogo, Paloma Mora me planteó la posibilidad de preparar de nuevo un proyecto de stop motion, pero tratando esta vez de afrontar algo más ambicioso como una serie infantil. Ahí fue cuando terminé de juntar todas las piezas en mi cabeza y le presenté un primer esbozo a Paloma de lo que después se convirtió en El Diario de Bita y Cora. Desde aquel momento TV ON estuvo trabajando duro para poder conseguir la financiación necesaria y hacer de todo esto una realidad".
Vicente animando a Los Caracolímpicos, de Pancho Monleón (finales de los noventa)
Pero, ¿cómo veis vosotros de vendible una serie de animación stop-motion para niños en España? Paloma nos ilustra: "El proyecto necesito dos años previos al inicio de rodaje para poder conseguir la financiación necesaria. Una idea en si misma no se vende, necesita tener una buena biblia, con un desarrollo completo en cuanto a descripción de los personajes, un buen concept, ejemplos de guion, etc. etc. e ir presentando y sumando compañeros de viaje para llevar a cabo a la producción. El Diari de Bita i Cora como primer apoyo a IVC- Instituto valenciano de cultura-, más adelante se sumó À Punt Mèdia para la compra de derechos en valenciano para el territorio de la CV y por ultimo al distribuidora canadiense 9 STORY, fue un camino largo pero pudimos ir recorriéndolo poco a poco.y estamos muy contentos con el resultado. À Punt Mèdia apoyo el proyecto por diferentes razones pero principalmente porque lo llevaba adelante una productora valenciana, con un director valenciano y con un equipo mayoritariamente valenciano, y así ha sido, les gustó mucho el proyecto desde el principio, sobre todo teniendo en cuenta que va dirigido a un público infantil de 3 a 7 años".
Bita y Cora
Tras haber tenido la suerte de haber visto alguno de 26 capítulos de la serie, lo cierto es que uno se transporta rápido al imaginario redondeado y colorido que plantea Vicente -y mi hijo de tres años no os quiero ni contar-. Uno de los secretos: el atractivo diseño de personajes, un trabajo fino de Miguel Delicado. "Desde los comienzos del proyecto siempre estuvo con nosotros Miguel Delicado, con el que ya hicimos equipo en el rodaje de El Criptozoólogo", continua Vicente. "En aquella ocasión Miguel se encargó del diseño de personajes, decorados y también de realizar el story board. En esta ocasión, la idea era que se pudiera hacer cargo también de toda esa parte, pero Miguel andaba envuelto en otros proyectos y era imposible que pudiera realizar todo el desarrollo visual de la serie, así es que decidimos crear un equipo. Contactamos con los Gallego Bros, un estudio de Alicante con amplísima trayectoria en el diseño y desarrollo de concepts para series, aunque esta era la primera vez que trabajaban para un proyecto de stop motion. Así que con Miguel y los Gallego formamos el tandem perfecto. Al principio nos pareció complicado de gestionar el hecho de trabajar con dos equipos distintos en el desarrollo de un mismo proyecto pero lo que hicimos fue separar los mundos a los que hace referencia la serie. De ese modo Miguel se encargó de la parte 'terrícola' diseñando el personaje principal, Bita, y todo el entorno que le rodea: la nave, Marvin y su compañera Cora. Al mismo tiempo los Gallego Bros se encargaron de dar vida a la parte alienígena. Diseñaron todos los Elms y el entorno en el que viven, el planeta Pruna. Una vez todas las partes estuvieron definidas, los Gallego Bros se encargaron de adaptar los diseños de Miguel Delicado y unificarlos dentro de un mismo estilo para que acabaran perteneciendo al mismo mundo estilístico".

Ese currazo de diseño trajo consigo que por fin tenga un personaje animado al que admirar cuando me como un trozo de ese culmen de la cocina italiana que es la pizza con piña (alguno seguro que acaba de dejar de leer en este punto). "Teníamos claro que había que darle pequeñas pinceladas al diseño del personaje para quitarle seriedad y darle cierto toque gamberro, así es que Miguel propuso añadirle esas chapas y pins en el traje, y alguno más que se eliminó para no hacerlo demasiado recargado. El otro detalle de diseño que complementa ese carácter es algo de lo que soy fan absoluto y es del diente partido que tiene Bita".
Tras el OK definitivo por parte del director, los muñecos tienen que crearse, una labor que en el caso de esta serie fue realizada por un equipo de artistas comandado por Natalia Ramírez en el que entraban tanto los model makers, los constructores de decorados y las ingenieras de las estructuras internas de los muñecos. Una de ellas fue Sonia Iglesias, probablemente la mejor esqueletista del país tras haber pasado por films tan importantes para la stop-motion como La vida de Calabacín o Isla de perros. Sonia trabajó para la serie desde su taller gallego, diseñando, construyendo y enviando las armatures de los personajes principales de la serie: tres copias de Bita y dos de Cora. Aunque la labor de la creadora de esqueletos nunca se termina ahí, se mantiene en stand by por si algún muñeco tiene que ser reparado. Todo esto lo sé porque me lo cuenta la propia Sonia, quien considera "la labor de mantenimiento muy importante durante el rodaje; creo necesario el puesto de un Model maker con conocimientos, dado que en el medio de una escena siempre puede haber cualquier tipo de problema, ya sea reparación de silicona, ajustar la soldadura de una pieza o abrir los rigs correctamente". 

Preguntando a Sonia por las diferencias de trabajo entre las producciones en otros países y en España se sincera: "Si hablamos de materiales, he utilizado los mismos joints y he seguido el mismo proceso de trabajo que en otras producciones. Podríamos decir que la calidad de las estructuras es la misma, aunque en España los tiempos de entrega son más ajustados y los presupuestos más bajos, por lo que no se permite ir tanto al detalle".
Armature de Cora
Armature de Bita
Para la animación propiamente dicha el plantel de spanish stars no se quedó corto: David Caballer, Teresa Pérez, María Ribas, Sergio Lara, Enrique Giner, Iván Sarrión, César Díaz, Iñaki Carbonell, Markus Mayer y Manuel Rubio; quienes acumulan una cantidad ingente de trabajos de animación stop-motion que va de la serie valenciana Doc Franky al último largometraje animado de Tim Burton (Frankenweenie), pasando por Anomalisa, Cavernícola, Pos Eso, y un larguísimo etc. De esa labor de animación me llamó mucho la atención el uso de unas bocas intercambiables en 2D que se integran curisamente a la perfección en la tridimiensionalidad de los muñecos. "El sistema de animación de bocas a base de pegatinas fue una de las cosas que tuvimos claras prácticamente desde el principio", comenta Vicente. "Veníamos de realizar una postproducción bastante costosa en El Criptozoólogo para retocar y eliminar todas las uniones de las bocas y teníamos claro que para poder ser productivos en la serie debíamos ir hacia otro camino. El estilo de los diseños me pedía que no fueran bocas con volumen pegadas en la cara (al estilo Clay Kids, por ejemplo) si no mantener la frescura del diseño original en 2D, así es que optamos por las pegatinas y la verdad es que estamos muy contentos con el resultado. Si que es cierto que hay personajes con las bocas bastante grandes y eso hace que siempre recojan algún brillo pero fue algo que asumimos como parte del estilo".

Sobre estas líneas, los animadores: María Ribas, Teresa Pérez, Iván Sarrión, Iñaki Carbonell, Sergio Lara y César Díaz.
Entre ese listado de actores de muñecos me he dejado uno adrede. Todo porque merece un redoble de tambores... con todos ustedes: Pablo Llorens. "Lo que me atrajo fue ponerme a prueba en un equipo de jóvenes y fenomenales talentos y trabajar puramente como animador sin tener que pensar en mil cosas y sin mas preocupaciones que cumplir los objetivos del director Vicente Mallols (aunque a veces no pude evitar marearle con propuestas que se me ocurrían)", me escribe por el chat de Facebook el ganador de dos Goyas.

Aprovecho para preguntarle por cómo es un día normal de trabajo para un animador. "Llegas a tu hora puntual y si tienes un plano inacabado del día anterior solo tienes que esperar a que el equipo de cámara y luces te diga que puedes empezar. Si no tienes nada pendiente te sitúas en el perímetro del director y le haces saber que estas listo para recibir un nuevo plano. Según como lo lleve el equipo de dirección ese nuevo plano puede estar ya definido, encuadrado, iluminado, con los muñecos y props en su sitio y resuelto técnicamente, pero otras veces la saturación de trabajo hace que tengas que esperar o colaborar en resolver cosas, comprobar si los muñecos están en forma, proponer soluciones si aun no esta todo claro etc... A veces, sobre todo al principio, podías quedarte sin muñeco operativo por estar todas las copias ocupadas o estar averiado, con lo que a veces me ofrecía al departamento de props para colaborar modelando algo. Cuando ya entras en el set, Vicente te explica el plano, te da la pista de audio que marca la duración, te desea suerte, se va a otro set a repetir el proceso y tu te quedas solo para concentrate al máximo y no meter la pata en nada. Cuando acabas y te dan el ok copias los frames en un pendrive que llevas al equipo de postproducción junto al fragmento del story que corresponde con el plano que has animado y notificas a dirección que estas disponible".
Pablo Llorens posicionando a Bita
En esas fases finales de pospro también entra el trabajo de música y sonorización, algo por lo que siempre he sentido bastante atracción, por aquello que de que el sonido es el que realmente me teme en la película, pero confieso que tengo un total desconocimiento por estas tareas dentro de una producción animada. Para suplirlo hablo con José Serrador, el sonidista de la serie, quien comienza instruyéndome en las diferencias de su trabajo para una producción en imagen real y una para animación. "Son dos conceptos completamente diferentes, en la imagen real el sonido viene condicionado por unas condiciones de rodaje que en cierta forma obligan a realizar un tratamiento acorde con esa toma. En la animación es un lienzo en blanco donde comenzamos a crear desde la nada.

La forma de trabajo en el diseño de sonido no difiere mucho, ya que enfocas el trabajo prácticamente de la misma forma, pero si es cierto que la animación te da mayor libertad a la hora de crear, aunque nunca hay que olvidar que lo que manda es lo que tienes en pantalla y al final la imagen determina el trabajo que debes hacer. Lo que si que es cierto es que en una película de actores el 60% ya viene hecho en animación debemos hacerlo todo, y ese también es un reto muy apasionante ya que te exige un ejercicio de creación maravilloso. El diario de Bita y Cora ha sido un trabajo apasionante desde el punto de vista creativo, generar un planeta, dar vida los Emls a Cora y a Bita ha sido todo un reto".
Parte del equipo viendo el previo de uno de los capítulos
El trabajo de efectos de sonido se creaba una vez que los animadores habían terminado su trabajo, en función de cómo han dado vida a los personajes, de su forma de moverse, de expresar y en definitiva de actuar. José me confiesa que los animadores no se lo pusieron nada fácil, "y ese reto me divertía más y sacaba lo mejor de mí. No hay que olvidar que el stop motion es una de las disciplinas mas difíciles dentro de la animación y hay que intentar estar a la altura para no desentonar.

En una serie hay una cantidad de efectos que se van reutilizando a lo largo de la misma, como pueden ser los ambientes donde se desarrollan las acciones, o escenarios, que se van repitiendo a lo largo de los capítulos. En esto si ha habido un trabajo previo de ambientación y de generar esos espacios. También hay muchas acciones que identifican a un personaje a lo largo de una serie, gestos, pestañeo, movimientos, que dan la personalidad al mismo, que se van repitiendo, para que nos identifiquemos con el. Todo lo demás: acciones puntuales, efectos que se crean ex-proceso para cada capitulo, etc. depende mucho de lo que te envían los animadores y lo que debes hacer es acompañar su trabajo y reforzar esas particularidades que le han dado en cada acción. 

Esto, y creo que es una opinión personal, cada personaje tiene mucho que ver con el animador que lo ha creado y debes conseguir captar ese espíritu. El como se encuentran los efectos apropiados, es una tarea 50% observación, 50% dejarse llevar. Cuando el animador crea el personaje ya trata de dotarlo de una personalidad y nuestra obligación es darle esa personalidad sonora, buscar lo que ha querido el animador reflejar de el mismo, hacer ver cuando el personaje esta feliz, perplejo, alegre, enfadado".
Celia Benavent (directora de foto) y Nuria Robles (ayudante de dirección)
En total para la producción se necesitaron 58 profesionales, convirtiendo el proyecto en uno de los más importantes de animación stop-motion realizado en el último lustro en nuestro país; y en el que Vicente ha tenido a más gente a su cargo. "En mi caso la dirección en cuanto a responsabilidad y envergadura ha ido en progresión. Dirigir un capítulo de Clay Kids era complejo e implicaba a mucha gente alrededor, pero de alguna manera no estabas sólo, te sentías protegido bajo el paraguas de una estructura más grande que estaba por encima de cada director de capítulo. Se trataba de un proyecto en el que estaba prácticamente todo definido y por encima del perfil de cada director, se encontraba el del director de la serie que era quien guiaba todo el proceso. El Criptozoólogo supuso un salto ya que todo el equipo y la dirección del proyecto dependía de mí, pero, al tratarse de un corto, la medida no era comparable. Sin duda este ha sido el trabajo más complejo, donde he trabajando con más gente a mi cargo y además donde he podido trabajar desde los mismos inicios del proyecto en todas las fases del proceso".
Vicente a punto de sentarse a la mesa
Una progresión ideal para enfrentarse a jornadas tan duras como las que Vicente me comenta. "El día a día de un director es bastante frenético, ya que son muchos los frentes que se tienen abiertos simultáneamente y que normalmente requieren una respuesta bastante inmediata por parte del director. El día siempre arranca con un recorrido por todos los sets donde los animadores reciben las instrucciones por parte del director para poder afrontar el plano. Esa es una de mis partes preferidas de este trabajo. En gran medida es como estar trabajando con actores y actrices. Esa tarea de explicar el acting que luego los animadores han de trasladar a los muñecos siempre me ha parecido fascinante y muy divertida. Una vez los animadores están listos, normalmente hay que repasar tareas y revisar trabajos realizados en taller y postproducción y tener pequeñas reuniones con cada parte, ya que ambos departamentos se encontraban en el estudio donde rodamos la serie. Todo esto se solía combinar prácticamente cada día con la supervisión periódica de guiones, story boards, música, mezclas de sonido, etc… Han sido muchos meses de trabajo sin descanso, pero ha sido muy satisfactorio al mismo tiempo".

Desde luego que es para sentirse satisfecho, el producto cumple con lo que promete más de sobra y de hecho deja ganas de que haya cierta continuidad que parece más que plausible. "Lo cierto es que estamos muy contentos porque la maquinaria ya ha empezado a ponerse en marcha. Ya contamos con una parte de la financiación aprobada por parte del Institut Valencià de Cultura y por otra parte en estos momentos la productora se encuentra en negociaciones con TVE ya que hace poco, dentro del marco del festival 3D Wire, TVE anunció que tiene la intención de apoyar también una segunda temporada de la serie. Así es que la cosa parece que va en buena dirección, y no me queda otra que entonar lo que siempre dice nuestro querido David Caballer: '¡Viva la animación!'".
Cora, Paloma, Bita y Vicente parece que se lo pasan fatal.

sábado, 6 de octubre de 2018

LOS TÍTERES ANIMADOS ASALTAN EL TOPIC DE TOLOSA

Plastilina, alambres, látex, cartón, plástico, escayola, madera y todos los materiales que uno se pueda imaginar cobran vida en la nueva exposición del Museo Topic de Tolosa. Una muestra única en la que poder contemplar con detalle a los protagonistas de películas tan importantes de nuestra filmografía animada en tres dimensiones como O Apostolo, Pos Eso, Made in Spain, Eres una caca, El soldadito de plomo o Las gemelas de la calle Poniente.
El pasado lunes 24 de septiembre dio pistoletazo de salida la que es desde ya una de las exposiciones sobre stop-motion realizado en España más importantes que se han hecho nunca. Su secreto principal estriba en una heterogeneidad de artistas, venidos de todas partes del territorio, que ha llamado incluso la atención del Festival de Cine de San Sebastián, tal y como demostró la presencia de su director, José Luis Rebordinos, el día de la inauguración.

Esta es la lista de elegidos:
  • Sam - Valencia.
  • Asís Merino - Madrid.
  • Isabel Herguera - Guipúzcoa.
  • Coke Riobóo - Madrid.
  • Cesar Díaz Melendez - Madrid/Burgos.
  • La Academia de Animación (Lula Gómez y Jordi Piulachs) - Barcelona.
  • I+G Stop Motion (Marc Riba y Anna Solanas) - Barcelona.
  • Artefecto producciones (Fernando Cortizo e Isabel Rey) -  A Coruña.
  • Algarabía Animación (Virginia Curiá y Tomás Conde) - A Coruña.
  • Citoplasmas (Eduard Puertas, Irene Iborra y Adrián Iborra) - Barcelona.
  • Cristina Vilches y Paloma Canonica - Pontevedra/Zaragoza.
  • Valle Comba - Madrid.
Ir a ver una exposición sobre stop-motion y que te reciban King Kong y Mariona. Todo bien.
Títeres animados es una exposición comisariada a cuatro brazos por la pareja de directores de animación independiente (o nadadores a contracorriente) Loudes Villagómez (El síndrome de la línea blanca) y Coke Riobóo (El viaje de Said), quienes han atestado la sala de exposiciones temporales de ese templo al títere que es el Museo Topic situado en Tolosa. Envitrinados, restaurados, e iluminados con detalle, los muñecos vuelven a cobrar vida en dos pasillos paralelos, mientras que varias pantallas nos muestran escenas de los cortometrajes, largometrajes o series que ellos protagonizan, así como a los artistas que hay detrás de su creación. 

Como testimonio atemporal, se ha editado un apañado catálogo que recoge la carrera fílmica de cada uno de los artistas expuestos, además de incluir lúcidos textos escritos por los comisarios y por José Ángel García, animador y director del Departamento de Animación del Loyola Maymount University de Los Ángeles. También hay un texto mío -algo barroco, según cuentan- que recorre de manera poco habitual el cine de animación stop-motion realizado en nuestro país en la etapa pre-Pablo Llorens: ese gran espacio de tiempo en el que se enmarcan otros titanes como Segundo de Chomón, Salvador Gijón, Adolfo Aznar, los hermanos Moro o Fermín Marimón.

Como complemento a la muestra, un par de sesiones de cortometrajes han sido diseñadas ex professo para agradar a públicos tanto adultos como infantiles; y la sala ambigú del museo se ha decorado con algunos carteles representativos de estas y otras obras del amplio catálogo de cine de animación fotograma a fotograma que, sobre todo desde hace unos veinte años, se ha ido generando en nuestro país.

Fechas: Del 24 de septiembre de 2018 al 28 de febrero de 2019.
Lugar: Museo Topic, Plaza Euskal Herria 1, Tolosa (Guipúzcoa).
Más infohttp://www.topictolosa.com/es/actualidad/610-nueva-exposicion-temporal-en-el-topic.html