Luis Tellez y Karla Castañeda son dos de los grandes exponentes de la animación stop-motion mejicana. Sus manos por los puppets de trabajos tan importantes como Hasta los Huesos, Jacinta o los cortos de la productora gallega OQO Films. Para Puppets & Clay es todo un lujo poder haber realizado esta entrevista que analiza su carrera y sus, más que atrayentes, proyectos futuros.
¿Cómo entrasteis en contacto con la animación stop-motion?
Karla: Fue cuando estaba en la facultad que descubrí que quería hacer animación stop motion.
Por una parte dibujo desde pequeña personajes
chuecos y desproporcionados, me metían a clases para aprender a dibujar correctamente las proporciones del cuerpo humano, pero en realidad me desesperaba y terminaba por irme del curso, yo no quería pintar manzanas, ni bodegones para poner cuadros colgados en la cocina. Por otra parte me encanta la literatura, el realismo mágico: Juan Rulfo ¨Pedro Páramo¨ me fascina, así como García Márquez, Alejo Carpenter, Jorge Amado, Juan José Arreola, mi cuento favorito de Arreola es el Guardagujas, algún día me gustaría adaptar tanto el Guardagujas como algún cuento del Llano en Llamas de Rulfo. Un amigo observó mis dibujos y me comentó que los personajes quedaban muy para hacer cómics, la idea del cómic me gustaba, pero sentía que estarían demasiado fijos, siempre me preguntaba ¨¿qué pasaría si se movieran?¨, entonces estuve en contacto con varios animadores mexicanos con trayectoria, y me gustó mucho el mundo que se puede crear a través del stop motion, hacer mundos imposibles posibles.
Luis: Pues desde que recuerdo hacía muñecos de plastilina, hice miles de personajes durante mi infancia. Después anduve dando tumbos vocacionales hasta que llegué a estudiar comunicación, ahí tuve un poco de conocimientos de todos los medios, pero reafirmé una pasión muy fuerte por el cine (con actores) y el cómic. Me veía más como guionista de cómics. Era fanático de Enki Bilal, Fernando de Felipe, Gaiman, Daniel Clowes, Moebius; pero fue cuando vi un corto de Svankmajer y me volví loco. Nunca había visto tanta fuerza en una obra que a la vez era tan cercana a mí... ¡todos los materiales y las texturas! Sentí que podía combinar la habilidad de modelar con un medio narrativo (obviamente jamás caí en la tentación de imitar a Svankmajer, que a mi parecer es quien mejor ha entendido las capacidades infinitas de la animación). Fue algo muy natural.
Comencé a experimentar con una cámara handycam de manera muy espontánea, sólo jugaba. Todo ello fue en 1993 aproximadamente. Por esos años ganó El Héroe, de Carlos Carrera (un corto maravilloso), la Palma de Oro. Entonces me di cuenta de que debía tomar las cosas con más rigor. Fui a buscar a Carlos a una presentación pero no asistió (no sabía muy bien para qué pero fui a buscarlo, je), en su lugar fue otro animador, Dominique Jonard, un francés avecindado en México a quien conocí y se convirtió en una especie de maestro con el que aprendí las bases del oficio. Muy generoso. Gracias él entré en contacto con la Filmoteca de la UNAM, quienes me produjeron un ejercicio terminado en 16 mm y justo ello, ver algo que vive gracias a ti en una pantalla de cine fue un lujo que me hizo apreciar en toda su dimensión lo valioso que resulta todo el esfuerzo detrás de unos cuantos segundos animados. Como no había mucho acceso a bibliografía para aprender, lo que hacía era estudiar los movimientos de las animaciones en casseteras VHS cuadro por cuadro y mucha observación. El resto han sido horas de desvelos y mucho café.
¿Qué podéis contarnos de vuestra experiencia trabajando junto al gran René Castillo en la sublime Hasta los huesos?
Luis: Conocí a René en la Ciudad de México, yo trabajaba en un estudio comercial llamado Visiographics donde René filmó los créditos de Sin Sostén y platicamos vagamente de trabajar juntos, pero al final de unos meses me fui a vivir a Guadalajara para trabajar justo en Hasta los huesos. Fue una producción larga, dos años y medio (seis meses de preproducción, un año y medio de filmación y como 4 de post). Comenzamos en 1998 y no estrenamos hasta 2001. Trabajamos a dos cámaras, en una René y en otra yo. Aún fue con un par de Mitchell Fries de 35 mms, era una locura, pero finalmente casi no hubo errores por causa de las cámaras. El equipo era pequeño, básicamente Ceci Lagos en la dirección de arte, Sergio Ulloa en la fotografía, la productora Alejandra Guevara; René y yo animando y haciendo diseños de personajes (nunca dibujamos, todos los bocetos eran directos en arcilla). Siempre había alumnos de distintas universidades ayudando, pero el motor éramos nosotros cinco. Quizá lo más complicado fue obtener recursos, siempre estuvimos al filo de la navaja y tuvimos que dar cursos y reducir gastos al mínimo para poder terminar. Al final cuando todo parecía perdido tuvimos un par de apoyos salvadores que nos permitieron terminar. Mucho trabajo, mucho sacrificio, pero al final las satisfacciones no han parado. Siempre le agradeceré a René por invitarme y por la confianza.
Karla: Yo hice una exposición sobre la animación en Guadalajara (México) en donde se concentraron muchos animadores de stop motion, entre ellos René Castillo. La exposición consistió en llevar a un museo las maquetas de varios cortos animados, entre ellos Hasta los huesos, así la gente podía ir a ver las maquetas, los personajes, el detrás de cámaras y una platica con el director. Fue un acercamiento entre el director y el público que quería saber sobre el proceso de la animación. Aparte que las maquetas de Hasta los huesos nunca habían salido del foro de animación, debido a que se no se hicieron en partes, se hicieron como bloques, y fue todo un reto sacarlas para exponerlas.
¿Cómo surgió la idea de realizar Jacinta?
Karla: Surgió la idea cuatro años antes de iniciar con la etapa de la pre-producción. Íbamos rumbo a Zacatecas (México), y en la carretera me imaginé unas manos que sacaban de su pecho un corazón, y del corazón salían gusanos, de ahí me pregunté ¿si eran manos viejas o jóvenes? ... etc. Después me surgieron más preguntas, sobre mi entorno y lo que había vivido en mi familia, mi abuela tejía desde que era una niña, y tejía desde cosas diminutas como capuchas para cerillas hasta cosas enormes, como colchas, manteles, alfombra, etc.
Lo que más me admiraba era cuánto hilo había utilizado y cuántos kilómetros tejió a lo largo de su vida, pues vivió 100 años. ¿Cuántos recuerdos habrían quedado en todos nosotros? y ¿cómo la recodaríamos el día que ella muriera? Fue como comenzó la historia, lamentablemente ella sabía de Jacinta y falleció cuando estábamos filmando, no alcanzó a ver el corto terminado. Murió deseando no morir, seguir tejiendo y contemplando la naturaleza, admirando cada día como si fuese el último, es por esto que al final del corto se teje de muchos colores.
Nunca se vistió de negro, odiaba el color negro, decía que era ¨color para ancianas¨, y en su funeral, estaba vestida con una blusa que ella misma se tejió, recuerdo que era de color rosa.
¿Cúal fue el plano más complicado de realizar y cómo lo resolvistéis?
Karla: El plano más complicado fue cuando caen los gusanos del corazón al suelo, porque estuvimos en un foro en donde hacia demasiado calor, estábamos con 35°-40° sin aire acondicionado ni ventilador, entonces a la mitad de la toma los gusanos comenzaban a derretirse, y era volver a empezar, porque en un principio los hice con plastilina, después intenté hacerlos de silicón, pero eran demasiado duros y poco flexibles. Pasaron varios días, hasta que esperamos a que anocheciera para que refrescara un poco.
Karla Castañeda animando en Jacinta
Sois una pareja de animadores stop-motion que realizáis los proyectos conjuntamente, ¿sabéis apartar el trabajo de la vida profesional o es complicado?
Karla: No, no es complicado, para nada. Siempre alguien está aportando algo nuevo. Luis tiene proyectos propios y viceversa, los ponemos sobre la mesa para dar cada uno su opinión, al final cada cual decide lo que le gusta o lo que no. Igual como cada uno tiene su estilo, y siempre la idea es que éstos crezcan.
Luis: ¡Pues en eso estamos trabajando! Jeje. La verdad es que muchas veces tenemos que decir basta porque es fácil transgredir otros espacios. En lo creativo es muy enriquecedor, hablamos sin reservas en torno al proyecto. Jamás existe una lucha de egos y por el contrario, las ideas crecen. En ocasiones Karla dirige y yo produzco o viceversa.
¿Podéis explicarnos a grosso modo que es Batallon 52?
Luis: Fue un proyecto conmemorativo del centenario y bicentenario de revolución e independencia de México producido por el IMCINE y la CANIETI (La Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información). Se invitó a 5 directores (René Castillo, Rita Basulto,Rigo Mora (quepd), Karla y yo. Cada quien realizó 10 cineminutos en animación 2d con Toon Boom, referentes a anécdotas históricas. Siempre me apeteció tener más tiempo de producción para realizarlos pero los tiempos de entrega fueron realmente apretados. Sin embargo, un gran valor en el proyecto fue que se capacitaron a 150 jóvenes con talento en el dibujo para que aprendieran los fundamentos de la animación. Parecía una locura, pero al final el proceso de aprendizaje fue sorprendente y hay gente que va a llegar lejos. El 90% del equipo de Batallón vive actualmente de su trabajo como animadores en distintos proyectos.
Karla: Este ¨experimento¨ de año y medio, se hizo mediante un casting por diversos medios; radio, televisión, prensa, internet…etc. para todos los chavos que estaban interesados y que tenían la facilidad para diseñar personajes, escenarios, editar, hacer voces, música, efectos especiales…etc. A su finalización se estuvieron transmitiendo en aerolíneas y bancos nacionales, así como canales de televisión.
¿Cómo conseguistéis entrar a formar parte del equipo de animación de OQO Filmes?
Karla: Contactaron con Luis Téllez por medio de dos excelentes animadores Coke Riobóo (director del Viaje de Said) y Lourdes Villagómez (directora de Síndrome de línea Blanca). Y Luis comenzó dirigiendo la adaptación del libro de La princesa de Trujillo, y quedé fascinada con la calidad de libros de la editorial, tanto a nivel narrativo de las historias como sus ilustraciones. Me gustó mucho el libro de Félix, el coleccionista de miedos, y después me dieron la oportunidad de adaptarlo para hacer el corto animado con una duración aproximada de 10 minutos.
Luis: Al principio la idea era sólo hacer un corto, pero al final la relación ha crecido y afortunadamente también sus proyectos. Ahora llevamos ya 7 cortometrajes. La verdad es que es una labor estupenda la de OQO, que han conservado la congruencia con su trayectoria editorial. Me encanta que al igual que con los libros infantiles, lleven a cabo la empresa de invitar a autores de diversas partes del mundo y cada uno con libertad absoluta, lo cual es impagable. Ahora han dirigido con ellos, un director chino, un argentino, un portugués, un francés, un italiano, y obviamente varios españoles. Al final, le da una riqueza a toda la serie que enmarca muy bien un proyecto con historias universales.
¿Es muy distinta la manera de trabajar en la animación aquí en España que en México?
Karla: Bueno aquí no he trabajado en tantos proyectos, sólo en OQO y en mi experiencia si es diferente porque trabajar en Jacinta o La Noria, básicamente somos dos personas las que estamos de lleno, claro que en cada etapa hay mucho más personas involucradas en cada cosa pero trabajas con ellas por fuera, es decir hay una junta para ver lo que queremos y de ahí él o ella se va a su estudio, taller o casa a trabajar en eso y a desarrollar su parte, o muchas veces las cosas son a distancia. Dependes más de la distancia, y de los tiempos de las personas, por ejemplo, en el caso del fotógrafo, esperas los días que tenga libre el fotógrafo, si el fotógrafo está en rodaje en un largometraje ficción, tienes que esperar a que se desocupe o haga un espacio para que venga a montar las luces. Si pediste una luz, un tripié, un century, una bolsa de arena a alguna casa de publicidad, y te la piden a mitad de la toma, pues desmontas y esperas para seguir. Por otra parte lo que hacemos allá son historias personales, y cuesta un poco más, porque todo el tiempo estás pensando en la historia, aún cuando ya hayas empezado a animar. Y aquí son adaptaciones del libros, por o tanto tienes la cabeza más despejada.
Aquí trabajas también con personas muy talentosas, con equipo muy completo, todo el tiempo está al tanto de las necesidades de cada cortito, y hacen arte, animan, fotografían, etc. avanzas más rápido. Tanto aquí como en México se disfruta mucho trabajar.
Luis: Cada estudio tiene su forma de trabajo, sea en España o en México. En el caso de los cortos de OQO, como te comentaba, son un proyecto valiente considerando los riesgos que se asumen (sobre todo en algo para tv) tanto en la estética como en la narración. Alfonso Couto, el director del proyecto, junto con todo el equipo de OQO Filmes son realmente unos guerreros y el equipo de animación y arte (Carlos Pinto y Borxa Guerrero, entre otros) son unos cracks y ya hay un entendimiento tácito a la hora de abordar casi cualquier cosa. Es verdad que los tiempos son muy justos en ocasiones, pero al final todos queremos siempre más... Jeje. Me parece tremendo que al final, en cuatro años de nacido OQO Filmes tengan acumulados casi 400 minutos de animación en pantalla, incluyendo 26 cortometrajes de10 minutos cada uno.
Diseños de Tadeo, personaje de La Noria. Foto cedida en primicia para P&C.
Entrando más en el terreno de los trabajos que están por venir, ¿qué podéis contarnos de La Noria?
Karla: Es una historia que tiene que ver con la pérdida, con la soledad, con la aceptación, con el ciclo de la vida. Es un guión que ha sido un poco más difícil de escribir porque partí de varios temas que daban para un largometraje, y poco a poco me he ido centrando en una cuestión. La temática sigue teniendo que ver con mis experiencias personales, con lo que sueño y lo que veo en mi entorno.
La Noria es un apoyo que recibí por parte del Instituto Mexicano de Cinematografía. Se trata de una producción en stop motion, con duración de 7 minutos, en donde colaboró mucha gente en la etapa de la pre-producción: Sandra Arteaga, una chica española, hizo cosas estupendas como los personajes, vestuario, props, etc; y artistas del estudio polaco SE MA FOR, que son los que hicieron las estructuras del corto animado Pedro y el lobo. En la producción está Alex Cantú fotógrafo mexicano de la nueva película de Arturo Ripstein, Las razones del corazón, que estuvo ahora en el Festival de San Sebastián. Además, Luis Téllez está en la producción y animación.
Lo estaremos estrenando en próximo año, 2012.
Tadeo puppet, personaje de La Noria. Foto cedida en primicia para P&C.
¿Y de Inzomnia?
Luis: Inzomnia es un proyecto de largometraje de animación stop motion en el cual llevo algunos años trabajando. Es una historia distópica que mezcla futuro con un pasado mitológico. Estamos a punto de iniciar en forma y si todo sale bien, en abril arrancamos con la pre. Pero lo fundamental es el guión, que nos ha llevado un tiempo pulirlo. en México ahora hay un fenómeno donde todo mundo está haciendo largometrajes con guiones flojísimos, sin importarles los resultados. Lo que quieren es poder vivir unos años con las subvenciones, no contar buenas historias. En su momento me encantaría invitar a algunos animadores españoles a trabajar en la filmación de Inzomnia.
Karla: Es un largometraje stop motion fascinante, lleno de mundos fantásticos. Y tendré la fortuna de estar trabajando para la película.
Prototipo de Leteos, personaje de Insomnia. Foto cedida en primicia para P&C.
¿Es verdad los rumores que corren por la web de que Mackinnon & Saunders os realizarán los muñecos de este largometraje?
Luis: No es un hecho, de pronto en los diarios afirman cada cosa... ¡Claro que me encantaría! Ahora en La Noria trabajamos con SE MA FOR para hacer los armatures y con un amigo mexicano que está haciendo unas armatures estupendas. No sé realmente qué sucederá en ese aspecto.
¿Estos trabajos los realizaréis en España o volveréis a México?
Karla: La Noria es un corto que empecé con la pre-producción en México, aquí en España se hará una parte de la animación, gracias al apoyo de OQO Filmes, la otra parte de la animación y la postproducción (edición, efectos especiales, música, transfer a cine…etc.) la terminaré en México.
Luis: Inzomnia se hará en Guadalajara seguramente, pero yo encantado de poder realizar más proyectos acá. En algún momento platiqué con Sam Orti acerca de trabajar en Vicenta pero al final no se dio, ¡Eme hubiera encantado!
Muchas gracias por vuestro tiempo y la mejor de las suertes en vuestros trabajos.
Karla y Luis: Muchas gracias Adrián, ¡enorme Puppets & Clay!