No doy a basto, entre el curro, pequeñas reparaciones en casa, la preparación del bodorrio y otras excusas de diverso pelaje,... no le dedico al blog, ni a vosotros (fieles acólitos del frame animado) el tiempo que os merecéis. Aunque todo sea dicho, no le he dedicado tiempo al blog, pero sí al infructuoso ideal de crear un libro sobre la animación stop-motion en España, tarea que me llevó hace unas semanas a la Filmoteca Nacional para revisar algunos de los geniales cortos del poco conocido animador de muñecos de los años 40, Salvador Gijón. Pero me encuentro con que no doy no capaz de abarcarlo como se merece. No puedo abordar el proyecto de libro a tiempo (mega)parcial, así que creo que por enésima vez lo voy lo voy a dejar apartado... Aunque esta vez voy a dar salida a través del blog de todo el material que he ido recopilando en este tiempo: entrevistas, fotos, comentarios de obras, etc... para que al menos ese trabajo no quede en saco roto y pueda ser usado a posteriori por mi o por otro estudioso del tema... Pero será en entradas futuras...
Hoy, sin embargo, os traigo una entrevista que tenía pendiente desde hace unas semanas. El protagonista es uno de los talentos de la animación stop-motion méjicana (o mexicana, depende de donde lo leáis) con mayor poder de proyección. Os hablo de Cesar Cepeda.
Cesar, junto al apoyo del estudio Embryonic, se encuentra en la actualidad desarrollando un nuevo corto bajo el título: Elena y las Sombras. Un trabajo que precede a los notables Debajo del Árbol y Puebla 1862. Comentar que ambos cortos entraron a formar parte de mi hemeroteca particular hace unas semanas gracias a que Antonio Aguirre, maestro maquetista creador del set de rodaje de Puebla 1862, me los hizo llegar de parte de Cesar, junto a un par de maravillosos posters y algunos geniales props de los mencionados cortos, que han pasado a engrosar la vitrina del stop-mo que decora el salón de mi casa.
Entrando en materia y volviendo a cosas de interesantes, es mejor que de paso a la entrevista y que disfrutéis de estas alucinantes fotos que me pasó Cesar para vestir esta entrada como se merece:
1) ¿Cual fue tu primer contacto con el cine animado?
Mi primer contacto fue a través de la experiencia de ver las películas de los grandes maestros. La que más me ha marcado ha sido Coraline del maestro Henry Selick, ver el trabajo tan detallado de esa película es una gran fuente de inspiración.
2) Tu primer trabajo de animación fue Historia de un Títere, un bonito homenaje a los puppets de hilos. ¿Qué supuso para ti este corto?
Fue un proyecto muy bello, se trataba de hacer una video-instalación para un concurso de arte contemporáneo dirigido a los niños y serian ellos quienes votarían por su propuesta favorita. El trabajo viajo a Quito a competir y ahí los niños votaron y le otorgaron el primer sitio a este proyecto. Es un vídeo muy corto y un primer experimento en esta técnica, un títere cobra vida y se libera de sus ataduras creo que para ser un primer acercamiento a la técnica resulto un tema muy simbólico. Es un despertar al mundo de la animación, que me hizo sentir la magia de generar movimiento a través de objetos reales y crear la ilusión de personajes con vida. Es algo maravilloso, uno se puede hacer adicto a esto.
3) Poco después entraste a formar parte de Embryonic, ¿podrías hablarnos un poco de esta empresa?
Un amigo me contó que en Puebla se había abierto una productora y escuela de animación y que trabajarían además con la técnica stop motion así que una vez tuve listo “Historia de Un Títere” y un día antes de enviarlo a Quito para el concurso me decidí en ir a esta nueva empresa con mi proyecto dentro de una caja de cartón, tenía el puppet y una copia en DVD, ahí conocí a Rafa Quiroz dueño de la empresa y poco después comencé a formar parte de Embryonic Producciones.
4) Debajo del árbol es un corto que habla de la vejez de una forma muy interesante, ¿quién te inspiró para el corto?
En un principio quise trabajar solo en la construcción de un puppet con características detalladas y me vino a la mente un vecino al que veía todos los días al pasar rumbo al trabajo, su nombre: Fidel Cuba. Un simpático señor que se sentaba todos los días a ver a la gente pasar mientras cuidaba de sus de gatos.
Verlo cada día representaba una imagen muy fuerte, era imposible pasar por ahí sin notar su presencia, un viejo debajo de un árbol sin otra compañía que un montón de gatos. Tuve el placer de conversar con él en varias ocasiones y me decidí a intentar contar un poco de su historia. Encargué el guión a Joshua Sánchez (Dramaturgo Poblano) quien plasmó la esencia de Don Fidel en un hermoso guión. Lo platiqué (comenté) con Rafa Quiroz quien me brindó su apoyo total y junto con el equipo de Embryonic realizamos este corto en un periodo de 4 a 5 meses.
Cuando finalmente estuvo terminado quise mostrarlo a la persona que lo había inspirado, pero lamentablemente había fallecido. Otro vecino había liberado a sus perros y estos se encargaron de matar a los gatos de Don Fidel, sus fuerzas se fueron acabando hasta que no pudo más seguir con nosotros. A veces nos aferramos a la vida de formas muy peculiares. Para Don Fidel, el amor que sentía por sus mascotas significaba algo más que un pasatiempo, se habían convertido en el motivo de que cada día quisiera abrir los ojos y levantarse.
“El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad”. Gabriel García Márquez.
5) ¿Cuál fue el proceso que seguisteis para crear los puppets?
La experimentación ha sido muy importante. Me formé como artista plástico y siempre me ha gustado el mundo de los materiales, siliconas, pastas, resinas y demás, por lo que desde el primer puppet ha sido un proceso divertido y maravilloso, probando, cambiando, mejorando. Conseguir las estructuras fue un dolor de cabeza, así que empecé a fabricar las mías para lo que tuve que conseguir herramienta especializada.
Después en Embryonic conocí a Ernesto Aguirre un muy talentoso escultor que se ha vuelto cómplice en este proceso. A los dos nos apasiona mucho mejorar la técnica de elaboración. Puppets & Clay ha sido de gran ayuda en todo esto, el gran acceso a la información y los procesos de construcción nos han ahorrado años de trabajo.
7) Puebla 1862 cuenta como el General Ignacio Zaragoza narró la batalla contra los franceses por la independencia, entrando en un momento determinado en un estado de shock donde el set de rodaje es literalmente destrozado, supongo que Antonio Pedroche (quien realizó el set) querría matarte por aquello.
Puebla fue un proyecto con muchos retos y uno de ellos era la destrucción del set como parte de una de las tomas. Antonio Pedroche, además de ser el encargado del equipo de construcción de nuestros sets, es animador, y para esa escena decidimos hacer que se castigara solo. Fue el quien tuvo que animar esa toma así que tuvo que “destruir” su propio trabajo, solo espero que esto no le genere algún tipo de trauma.
8) Ahora trabajáis en algo llamado Elena y las Sombras, un corto con unos puppets con un acabado maravilloso. ¿Qué nos puedes adelantar de este trabajo y que novedades técnicas vas a incluir con respecto a tus anteriores trabajoss?
“Elena y las sombras” queremos desarrollarlo en este 2013. Es un reto importantísimo ya que se trata de contar una historia no solo a través de la imagen sino que también a través del sonido, para que personas que no tienen la capacidad de ver, puedan sentir la historia a través del sentido del oído.
Los puppets están quedando maravillosos, creo que es lo mejor que hemos hecho y además es solo el arranque, los demás personajes y los sets nos mantendrán ocupados por varios meses. Los puppets de esta historia cuentan con un cráneo que incluye un sistema de engranes para la gesticulación, la ropa se puede animar al igual que el cabello y uno de los personajes será un dragón de luz volador hecho con fibra óptica y un sistema de regulación de voltaje.
Para este proyecto estoy trabajando con una dirección compartida con Edgar Figueroa quien realizó el arte conceptual de los anteriores proyectos, esto ha aportado además de la unión de dos mentes para crear el mundo de Elena la posibilidad de poder pensar en proyectos más grandes a mediano y largo plazo.